Sombra, Elena P. Melodia

Alma tiene diecisiete años y un extraño don: todo lo que escribe en su cuaderno violeta se convierte en realidad.

Terribles premoniciones, asesinatos despiadados, historias lúgubres que la persiguen durante los sueños.

¿Quiénes leen su cuaderno durante la noche? ¿Pertenecen a alguna extraña tribu urbana? ¿Por qué están tan cerca de sus amigos?

Sola, aterrorizada, perseguida por los Master y en el centro de unos misteriosos asesinatos sin respuesta es como dejamos a Alma en Oscuridad.

Ahora, alguno de aquellos interrogantes se empezarán a resolver. Sin embargo, por el momento Alma se siente cada vez más aislada. El instituto, sin Morgan, le parece un edificio vacío. Nada de lo que sucede a su alrededor le produce alegría, ni siquiera la recuperación de su amiga Seline, y siguen sus preguntas existenciales.

Poco a poco, Alma descubrirá que las respuestas están en su verdadero origen y lo verá al reconocerse en una fotografía expuesta en el Museo de Arte Contemporáneo. Es ella misma, ahí está, con los ojos fijos ante la cámara. Aunque en realidad, la chica retratada es la hija del fotógrafo, quien murió tres días antes del accidente de Alma, aquel accidente del que salió ilesa, pero que le cambió la vida...

Alma empieza a desesperarse, Morgan, el único que parecía saber lo que estaba pasando ha desaparecido, y mientras Alma sigue escribiendo sus proféticos relatos. Se siente más sola que nunca, sus amigas se van alejando de ella, Agatha sigue en la cárcel donde fue a parar después que Alma la denunciara y Naomi tiene pendiente su juicio contra Tito.

Seline habita su propio mundo donde vuelce a haber sitio para Adam y este por su parte, parece querer ocupar la vacante dejada por Morgan en la vida de Alma.

Y para acabar de rematar el desconcierto que reina en su vida, Alma ha encontrado a una chica idéntica a ella, una chica que se suicidó días antes al accidente de Alma.

Sombra comienza la narración poco tiempo después de finalizar Oscuridad, que nos deja con las mismas dudas con las que empezamos. En Sombra, la gran mayoría son desveladas, pero aún quedan incógnitas por resolver en esta ecuación literaria.

El estilo narrativo es el mismo que me enamoró en Oscuridad, íntimo, cuidado, plagado de reflexiones, en ciertos momentos, cargado de poesía. El lenguaje está cuidado al máximo, al mismo nivela que la historia, por lo que es fácil y atrayente, imposible no perderse entre sus páginas.

La historia es novedosa, interesante, tabajada al detalle. Con conceptos nuevos, que innovan dentro del género. Todo está ligado y al mismo tiempo consigue sorprendernos.

Los personajes van evolucionando, Morgan y Alma son los que más cambian respecto a Oscuridad, Alma se va volviendo más cálida, interacciona más con la gente mientras que Morgan se vuelve autoritario y lejano. Además descubrimos que oculta mucho más de lo que parece. Al mismo tiempo, va dejando espacio a Adam, que es un personaje que se vuelve interesante por momentos.

Pero sin duda el personaje más fascinante de Oscuridad y Sombras es Lina, la hermana pequeña de Alma, una niña que sin hablar transmite mucho más que ningún otros personaje. Desprende ternura y bondad y parece que sabe mucho más de lo que aparenta.

"-¿Tú crees realmente que la vida que vives es la que te toca en suerte? -me pregunta Naomi.

-Creo que hay un inicio, un punto de partida que se nos da. Desde ese momento, las elecciones que tomamos son cosa nuestra. La buena o mala suerte tienen que ver con nuestro modo de actuar, como decía antes"

Aparecen nuevos personajes, de entre ellos destaca Ariel, la joven amiga de Morgan que desde el primer momento muestra una clara aversión por Alma, una antipatía que sospecho tiene que ver con un hombre ^^

Un punto divertido es el nombre que la autora le da al director del instituto de Alma, un hombre antipático, que no siente mucho interés por los jóvenes ¿Os suena?¿Adivináis cuál? Pues sí, Scrooge, como el viejo cascarrabias de Cuento de Navidad de Charles Dickens, como digo un guiño gracioso en una novela donde los sentimientos son más bien escasos.

Sombras mantiene el ambiente oscuro y frío de Oscuridad y si bien, se aclaran algunas cuestiones, tambie´n es cierto que otras tantas quedan sin resolver.
En este aspecto es interesante ver como la autora establece una relación entre el título de las novelas y el ritmo en el que se van descubriendo los misterios que las envuelven, así la primera de la saga se titula Oscuridad y es en esta oscuridad en la que nos quedamos al final de la novela, esta segunda parte se titula Sombra, la oscuridad se va degradando, vamos conociendo y resolviendo misterios para culminar en la tercera parte de esta saga que se titulará Luz.

Con ese final abrupto que nos deja cruzando los dedos para que la espera de Luz no sea muy larga.