Esta noche no hay luna llena, Care Santos

Hay un momento en la vida en el que aún estamos a tiempo.

Aún podemos elegir aquello en que vamos a convertirnos.

Lo que deseamos ser.

Abel está en ese momento crucial de la vida: tiene diecisiete años y se ha enamorado.

Existe una fuerza capaz de convertirnos en otra persona, de poner nuestro mundo cabeza abajo: el amor.

Quien se enamora elige su propio camino. Deja atrás una etapa de su vida para abrir la puerta a un mundo nuevo y desconocido. Tal vez vence la inseguridad, la soledad, la extrañeza, para reconocerse en la mirada de otra persona.

Para mí, esta novela es mucho más que la historia de dos criaturas de la noche que necesitan encontrarse. Es una historia sobre crecer, sobre elegir, sobre encontrar tu lugar en el mundo y, por supuesto, la persona con quien quieres compartirlo. Puede que sea fácil, pero conviene luchar por lo que merece la pena.

Lo sé porque en algún momento de mi vida yo he sido Abel y también Olivia.

Care Santos

Lo primero que me atrajo de esta novela fue su preciosa portada y su misteriosa sinopsis y lo que me hizo continuar leyendo fue el estilo de la autora y la originalidad con la que la historia trata un tema tan trillado hasta el momento.

Abel es un chico muy especial a punto de cumplir los diecisiete años. Y es especial entre otras muchas cosas porque dirige una empresa de páginas web y jamás ha salido del jardín vallado de su casa. Desde hace poco tiempo ha descubierto un blog llamado Esta noche no hay luna llena, la chica que lo escribe, Oscura, le ha hecho plantearse muchas preguntas y tomar decisiones que nunca antes se habría planteado tomar.

Rosa es la madre de Abel, sobre protectora y dominante, en algunos momentos la pregunta que se instala en nuestra mente es ¿quién de los dos es el verdadero monstruo de la familia? 

Oscura u Olivia es la chica que hace que Abel se plantee su vida de otra manera. Los dos se parecen mucho, ambos sufren familias dominantes y protectoras y los dos desean escapar.

La novela está formada por dos partes, en la primera el narrador se centra en Abel, en la segunda lo hace en Olivia. Los dos son personajes profundos, en algunos momentos sus palabras son casi líricas.

"Cierra la puerta al entrar en su cuarto, se sienta ante la pantalla encendida y respira con alivio.

Tal vez sería más apropiado llamar a este lugar su refugio. Su madriguera. Es la mayor habitación de la casa. A un lado, la cama, rodeada de libros -todos comprados por internet-; al otro, la mesa con el ordenador, sus tres discos duros externos, los cuadernos llenos de apuntes de trabajo y los papeles con las letras de lo que serán sus primeras canciones, cuando aprenda a musicarlas"

Otro punto a destacar de la novela es la preciosa edición que tiene, desde la portada que encandila a primera vista hasta las páginas bordeadas en azul medianoche, las fases de la luna en cada capítulo... Simplemente preciosa.

Esta noche no hay luna llena, es la primera novela que leo de la autora y no será la última, me ha gustado el tono intimista a veces lírico con que se expresa, la fuerza de los personajes. Una preciosa historia de amor que vale la pena disfrutar.