Entrevista a Anabel Botella (Ganadora de PEJR)

Anabel Botella es madre, escritora, actriz y ahora flamante ganadora del premio Juvenil Romántica.

Muchas gracias, Olga por esta entrevista. Estoy muy contenta por haber ganado este premio. Es un sueño hecho realidad.

―¿Cómo es un día en tu vida cotidiana?

 Mi día a día (si no tengo un bolo de teatro) es pura rutina. Cuando desayuno y ordeno un poco la casa, suelo actualizar el blog con alguna reseña, noticias o próximas publicaciones. Si mi pareja está en casa él se suele encargar de hacer la comida y hacer la compra (tengo una pareja que vale millones porque me ayuda en todo), pero si no está él hago malabarismos para llevar la casa para adelante. En alguna ocasión he preparado un potaje de garbanzos mientras intentaba escribir una escena romántica. Sé que suena poco extravagante. Supongo que las que son madres y escritoras como yo saben un poco de lo que hablo.

Después de comer me suelo echar un rato en la cama y todas las tardes las dedico a escribir como 4 ó 5 horas. Y a pesar de escribir todos los días, pienso que me faltan horas para plasmar todas las historias que tengo en mi cabeza.

―¿Cómo recibiste la noticia de que habías ganado?

No tenía muy claro si esta novela podría encajar dentro del PEJR, pero tres días antes de que se acabara el plazo me decidí a enviarla. Durante todo este tiempo sentía que no iba a ganar el certamen, y de vez en cuando miraba en la página del premio por si había alguna noticia. Se acercaba el mes de marzo y nadie sabía nada. Entonces pensé que ya habrían llamado al ganador y que tendría que buscar una editorial para esta novela.

Recibí una llamada la tarde del 27 de febrero. Llevo unos días con lumbalgia y me eché un rato en la cama para descansar. Al levantarme y conectar de nuevo el móvil vi que tenía cuatro llamadas perdidas de un número que no me sonaba. Pensé que era por cuestión de trabajo, aunque enseguida volvieron a ponerse en contacto conmigo. Gemma Xiol se presentó, y cuando escuché su nombre, el corazón me dio un vuelco. Me dijo que era la editora de Montena. La llamada que tanto deseaba al fin se producía. Me preguntó si era la autora de Como desees y entonces me confirmó que era la ganadora del premio. Le pregunté varias veces si era cierto y me eché a llorar. Me tuve que sentar porque me temblaban las piernas y estaba muy nerviosa. Como estaba sola en casa enseguida llamé a mi pareja para darle la noticia. A día de hoy aún me sigue sorprendiendo la noticia.

―¿Qué vamos a encontrarnos en Como desees?

Como desees es una historia de amor, pero también tiene una parte de trhiller. La protagonista, Emma, tiene que pasar los dos meses de verano en casa de su padre. No quiere ir al pueblo porque se resiste a admitir qué es lo que siente por Niko, el hijo de la esposa de su padre. De camino al pueblo se enteran de que una antigua novia de Niko ha desaparecido y la última persona que la vio fue él.

Como desees alude a una de las películas favoritas de Niko, tiene un significado muy especial, pero Emma tendrá que descubrir qué encierra estas dos palabras.

Esta es una novela en la que dejé salir mi vena más friki. Esta historia está plagada de frases de cine, un reconocimiento por mi parte al séptimo arte.

Y poco más puedo contar de la novela. Deseo que la descubráis vosotros.

―Eres una escritora que ha probado muchos géneros, Lij, adulta, fantástica, terror psicológico… ¿en cuál de ellos te sientes más cómoda?

Si te digo la verdad, me siento cómoda con cualquier género. Aunque sí que es cierto que últimamente he descubierto una vena un poco macabra que no sabía que tuviera. Me gusta mucho escribir escenas de acción, pero también de amor. Ahora estoy con una novela juvenil romántica muy actual. No tiene nada de paranormal, pero es lo que me apetece contar.

―En mayo sale tu nueva novela, Ojos azules en Kabul, ¿dirías que es tu novela más ambiciosa?

El ganar este premio ha trastocado un poco los planes de Ojos azules en Kabul y no tenemos muy claro cuándo saldrá al final.

Esta novela supuso para mí una liberación y a la vez un reto muy grande. Esta historia está vista, en un principio, por los ojos de una niña de ocho años. Nunca había escrito una historia realista y que tocara tan a fondo los sentimientos de todos los personajes. Saira es una niña muy especial por todo lo que me hizo sentir, por todo lo que lloré con ella, por las alegrías que me ha dado, por ser valiente y enfrentarse al mundo como ella lo hace. Siempre digo que Ojos azules en Kabul es “mi niña bonita”, una obra que habla de una situación cruda, aunque intenté utilizar un lenguaje delicado. Creo que hay mucha gente que no se espera esta historia realista. Yo deseo que guste, como todas las que escribo.

―¿Cómo afronta la página en blanco Anabel Botella? ¿Eres una escritora de brújula o de mapa?

Siempre digo que mi peor momento como escritora son las primeras palabras de la novela, así como las primeras palabras de un capítulo. Antes de ponerme a escribir intento hacer un esquema mental de lo que voy a contar. Una vez que salen las primeras palabras el resto del capítulo va fluyendo.

Soy una autora de brújula. Sé lo que quiero contar, tengo muy claras muchas escenas de la novela y sé hacia dónde quiero ir. Continuamente voy apuntando frases en una libreta y escenas para no olvidarme.

Solo he intentado hacer dos veces un esquema de la obra. Una fue con Ojos azules en Kabul, que tuve que replantearme la segunda parte porque no me servía el guión que había hecho. La segunda vez que intenté hacer un esquema lo rompí al segundo capítulo porque enseguida me di cuenta que lo que quería contar era mucho más potente que lo que en un principio me había planteado. Esta novela la están valorando algunas editoriales y cruzo los dedos porque soy consciente de lo arriesgada que es.

―¿Qué nos puedes contar de tus nuevos proyectos?

De momento me publican Como desees (Montena), Ojos azules en Kabul (Neo Plataforma) y un relato para una antología con 20 autores (Editorial Otros Mundos). Todo lo que venga después será bienvenido. Sigo escribiendo porque es una necesidad. Si no lo hiciera me volvería loca y es posible que tuviera que ir a un psicólogo.

Ahora estoy con las correcciones de Ojos azules en Kabul y Como desees. También llevo escrita la mitad de una novela, que me gusta mucho cómo está quedando.

―¿Algún consejo a los que empiezan?

Siempre digo que esto es una carrera de fondo. Hay una frase que tengo pegada con cinta al flexo de mi mesa de trabajo que dice: El éxito es la habilidad de ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo. Todos los días la repito, como un mantra. Desde que empecé a escribir he recibido muchas negativas, y aunque en alguna ocasión he pensado en tirar la toalla, al final he encontrado un motivo para seguir escribiendo. Soy muy constante. Esa es la palabra, constancia. Cada vez que me rechazan una novela inspiro hondo, aprieto los dientes y sigo para adelante.

Este es el primer premio que gano, aunque no es al primer premio que me presento. Te puedo decir que me he presentado al Gran Angular (varias veces), Barco de vapor, La Galera jóvenes lectores, Everest, Minotauro, Darkiss y alguno más que no recuerdo el nombre.

Sé lo que se siente al presentarse a un premio y que un autor que ya ha publicado gane el certamen, sé lo que se siente cuando no recibes la llamada y no sabes qué hacer con tu novela. Pero esto consiste en no tirar la toalla. En seguir intentándolo. Yo estoy empeñada en ganar un Gran Angular. Sé que me queda mucho trabajo por delante, que voy a sudar lo que no está escrito, sin embargo me encantaría hacerme algún día con este premio. Puede que tarde cinco, diez o quince años (espero que para entonces siga habiendo premio), pero yo lo seguiré intentando. Es una meta que me he propuesto.

También recomiendo leer mucho y escribir aunque pienses que lo que has escrito no vale nada. Yo tengo novelas guardadas en el cajón a las que les falta mucho trabajo. No sé si las sacaré algún día, pero cada historia que escribo es un aprendizaje. Sigo escribiendo con el mismo entusiasmo que hace siete años.

Muchas gracias por esta entrevista, Olga. Ha sido un placer contestar tus preguntas.

Gracias a ti, siempre es un honor y un placer tenerte en Luna Lunera, esperamos que sigas cosechando éxitos.