El chico malo, Abbi Glines

«Beau era el chico malo de la ciudad y yo la chica buena. Se suponía que no debía ocurrir.»

Beau Vincent es maleducado y peligroso, el típico chico malo. Entonces, ¿por qué la buena de Ashton, que tiene en Sawyer al novio perfecto, no puede evitar sentirse irresistiblemente atraída por él?

Beau, Ash y Sawyer han sido amigos desde niños, aunque en los últimos años su relación ha cambiado tanto que Ash y Sawyer son pareja y Ash apenas habla con Beau. Los únicos instantes en que lo hacen es para que este le lance alguna pulla o para que se burle de ella, lo que ha propiciado que Ashton se distancie del primo Vincent con el que más relación tenía de niña.

Pero el verano ha comenzado y Sawyer, el novio perfecto, se ha ido de la ciudad dejando el camino libre para que la amistad entre su primo y su novia renazca. 
El problema es que Ashton y Beau siempre han sido mucho más que amigos, los dos se complementan a la perfección, se comprenden y pueden permitirse ser ellos mismos cuando están juntos.

A pesar de ello su afecto no es tan fácil como debería, los dos quieren a Sawyer quien inevitablemente esta en el medio.

El chico malo es una novela que me ha sorprendido y me ha encantado a partes iguales, de hecho su autora ya está en mi lista de imprescindibles.
Los personajes me han gustado mucho, sobre todo Beau quien me ha parecido el más coherente de todos, ya que desde el primer momento es fiel a sí mismo y a lo que siente por Ash. Es Ash la que en algunos momentos me ha desquiciado, aunque su actitud no sea del todo incomprensible si tenemos en cuenta que no quiere herir a nadie.
La novela está contada desde el punto de vista de Beau y de Ash, alternando la voz narradora, de manera que sabemos de primera mano cómo se siente cada uno.
La narración es fluida y sencilla, y aun así es adictiva. La autora consigue meterte de lleno en la historia pendiente de cada paso de los personajes.

"Me miró por encima del hombro mientras colocaba los bollos en unos platos que había en el escurreplatos. Decirle que haría todo lo que me pidiese no me pareció precisamente la mejor estrategia. Asentí y fui a por unos vasos y zumo de naranja para que pudiésemos desayunar juntos. Igual que en el pasado"

Además cuando parece que la novela está decidida que ya sabemos por dónde va a continuar, nos topamos con un giro inesperado de los acontecimientos que le añade un poco más de emoción a la historia.
Otro punto que también me ha llamado la atención son las escenas sexis, la autora se ha saltado el tabú que imperaba (gracias a Dios la cosa va cambiando) y nos ofrece otro punto de vista más atrevido.

Resumiendo, El chico malo es una novela entretenida, adictiva y fresca con una historia romántica que atrapa.

Yo ya estoy deseando leer la historia de Sawyer y Lana en Si fueras mío.

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