Todo puede cambiar en un instante, Connie Jett

Cristina tiene todo cuanto desea: trabaja media jornada en una peluquería, vive con Toni, un prestigioso veterinario, y está organizando la boda del siglo, su boda. Sin embargo, un día escoge el camino equivocado y comete el peor error de su vida. Arrepentida y ya sin remedio, se ve obligada a anular todos los preparativos y a aprender a convivir con la tristeza y la soledad.

Con la ayuda de su amiga Lola y de varias clientas, consigue rehacerse, pero el corazón de Cristina es muy traidor, y no deja de meterla en líos. Cuando parece que el destino le ha dado una tregua y consigue hacer las paces con una nueva Cristina, nuestra joven protagonista se ve reflejada en unos ojos que jamás ha podido olvidar, los ojos de su amor verdadero, que harán que su vida de nuevo cambie en un instante.

Connie Jett nos vuelve a sorprender con una novela en clave de comedia romántica que rompe con los esquemas que podemos tener de este género. Escrita en primera persona, desde a página número uno acompañamos a Cristina, su protagonista, a través de un camino que cambiará su vida para siempre. Como dice el título, todo puede cambiar en un instante, y eso es lo que le ocurre a esta peluquera, que su perfecta vida cambia y se tiene que enfrentar a dichos cambios. 

Como he comentado más arriba, se trata de una novela escrita en primera persona. Es ella la que nos va contando lo que le ocurre y lo que siente, siempre con ese toque de humor que caracteriza la prosa de esta autora. Otra característica que nos sacará más de una sonrisa es la cantidad de monólogos interiores que nos encontramos. ¿Quién no ha hablado con uno mismo y se ha contestado? Todos, absolutamente todos, y esto es lo que le pasa a Cristina. Su mente nunca está quieta, siempre le da vueltas a todo.

Mientras bebía el maldito cóctel, me preguntaba qué hacer. Mario quería acostarse conmigo, pero yo no lo iba a permitir, sólo quería charlar. Le propondría ir a tomar algo a otro sitio. Teníamos muchas cosas de las que hablar, habíamos pasado muchas vivencias juntos, vamos, que temas no me faltarían. Y, claro, hablar con un ex tampoco era pecado, ¿o sí?

Una de las cosas que más me han llamado la atención de este libro, aquello que rompe con lo que solemos ver en la novelas de este estilo, es que hay muchos giros argumentales antes de que se resuelva el conflicto que se nos relata desde el principio. 

Si la propia autora no hubiera mencionado que le cuesta escribir erótica, hubiera pensado todo lo contrario. Me explico, aunque la novela pertenece al género de la romántica, nos encontramos con varias escenas subidas de tono, es cierto, pero Connie Jett las trata de la tal forma que al lector nos resultan elegantes, puesto que emplea un lenguaje muy cuidado. Se tratan de unas escenas más que justificadas, sin las cuales no se podría concebir el libro, pero escritas de tal forma que no nos pueden resultar, bajo ningún concepto, soeces. 

Hay que hablar de los personajes secundarios, puesto que son dignos de mención. Pero no por sobresalir especialmente, sino porque asumen a la perfección su papel, son el apoyo y el dolor de cabeza de Cristina, pero no le roban protagonismo en ningún momento a la peluquera. Y hablando de peluqueras, lo mejor del libro, aquello que te sacará más de una carcajada, nos lo encontramos al final, a modo de apéndice, y es que Connie nos regala una serie de normas inventadas por ella,pero que a más de uno nos sonarán: Las normas de toda peluquera que se precie. 

En conclusión, se nos presenta un libro cargado de humor y de situaciones que nos resultarán más que familiares, lo que ayudará a que empaticemos con Cristina, su protagonista.