Latidos, Anna Godbersen

Latidos es la primera novela de una serie de cuatro conocida como The Luxe. Os dejo las portadas originales (Que son mucho más bonitas que las de Montena)

Chicas deslumbrantes que celebran fiestas hasta el amanecer. Chicos irresistibles, con sonrisas hipnotizadoras y peligrosas. Mentiras, glamour, pasión y misterio.
Bienvenidos a Manhattan, 1899.
Tras la muerte del patriarca, la familia Holland no pasa por un buen momento y la mayor de sus hijas, Elizabeth, se ve abocada a un matrimonio de conveniencia con el joven y guapo Henry Schoonmaker. Sin embargo, Elizabeth no está del todo dispuesta a renunciar a su vida y hay muchos secretos que los rodean que harán cambiar las cosas.

Latidos aparentemente empieza por el final y cuenta de modo retrospectivo los acontecimientos anteriores que explican el sorprendente giro que da la narración.

Me ha parecido una novela muy estática, a pesar de las distintas tramas que se cuentan carece de movimiento y el final no cierra nada.

Los personajes son prototipos de la novela romántica: la dama sumisa, la rebelde, el libertino que acaba enamorado, la mala malísima (No sé quién es peor si Penélope o Lina)... pero a pesar de ello la novela tiene la habilidad de "engancharnos" a su lectura.

Lo que me ha gustado mucho es que a pesar de haber un narrador omnisciente, cada capítulo se centra en un personaje distinto y es a través de ese narrador que lo sabe todo como conocemos cómo se siente, qué ve o cómo va vestido el personaje. De ese modo nos introduce no solo en la mente del protagonista sino también en el ambiente en el que se mueve.

Anna Godbersen no puede negar la influencia de Edith Wharton. Está patente en toda la novela, hasta el punto de escoger el mismo escenario para Latidos (Nueva york, la misma ciudad y la misma clase social de La edad de la inocencia), pero Godbersen ha modernizado a sus personajes, Wharton hace que la Condesa Ellen Olenska renuncie al amor por hacer lo correcto, mientras que Godbersen hace que las hermanas Holland luchen por lo que desean. La Condesa Olenska y Newland Archer, tienen que esperar treinta y seis años para estar juntos. Elizabeth Holland no está dispuesta a desperdiciar un solo día sin William Keller.

La historia gira en torno a estas dos hermanas aparentemente opuestas, que no lo son tanto después de todo... Mientras Elizabeth se comporta como se espera de una dama, Diana simplemente dice y hace lo que le viene en gana.

Los personajes están muy bien construidos con personalidades definidas y gracias a la novedad en la narración de los capítulos les conocemos bastante bien, hasta el punto que es inevitable cogerle cierta manía a Lina (la criada envidiosa con aires de dama) y a Penélope (la cortesana rica). 

En esta novela son los personajes femeninos los que llevan la voz cantante, son las mujeres las que dominan esa sociedad decimonónica, la mayoría de los hombres son simples admiradores que no mueven un dedo por conseguir lo que anhelan. El mayor ejemplo es Teddy Cutting eterno enamorado de Elizabeth Holland que no hace nada por conseguir su amor seguido de Henry Schoonmaker que a pesar de no querer casarse, está dispuesto a ello sólo por no perder su herencia. En esta clasificación de los personajes masculinos queda fuera por méritos propios William Keller, que a pesar de estar perdidamente enamorado de Elizabeth decide actuar e ir en busca de sus sueños.