Reseña de Por trece razones, Jay Asher

Clay Jensen es un adolescente como cualquier otro que encuentra una misteriosos caja sin remitente dirigida a su nombre.
El contenido no es otro que una serie de cintas de grabación que parece haberle enviado Hannah, una compañera de clase que no hace ni dos semanas que se ha suicidado.
A pesar del desconcierto que supone volver a oír la voz de Hannah, Clay descubrirá que él es una de las trece personas escogidas para escuchar su historia, en la que se detallan las trece razones por las cuales ha decidido poner fin a su vida.

Clay recibe un paquete que cambiará su vida, sólo dos reglas, escucha las cintas y pásalas al siguiente nombre de la lista, sin remite, sólo pásalas. Hannah Jensen ha grabado esas cintas, pero ahora ella no está, se suicidó hace unas semanas y esas siete cintas son todo lo que queda de su historia y Clay es una de los trece elegidos para escucharla.

Parece que se ha convertido en un tópico decir que una novela es adictiva y que te atrapa desde la primera página, en este caso, he de confesar que fue en la página catorce cuando me di cuenta que estaba perdida y que iba a resultar imposible dejar de leer hasta llegar a la última palabra.

Si hay algo que llama la atención, además de la historia, es la estructura interna de la novela; los capítulos están delimitados por las cintas (cassettes) que va escuchando Clay, siete cassettes, trece catorce caras (trece + un bonus track), capítulos de una vida.

Pero la novedad no termina ahí, en cada capítulo hay dos voces narrativas, la de Hannah y la de Clay, dos voces que nos cuentan la misma historia desde dos puntos de vista diferentes. Los dos narradores no se reparten los capítulos sino que los comparten Hannah desde el pasado y Clay en el presente, dos voces afines que no volverán a unirse.

"Cuando el beso se terminó, tres segundos de brillo de labios con sabor a fresa más tarde, ella se volvió y salió corriendo. Eché un vistazo alrededor del gimnasio y vi cómo dos de sus amigas le daban un billete de cinco dólares cada una. ¡No me lo podía creer! Mis labios eran una apuesta de diez dólares.

¿Era algo bueno o algo malo? Seguramente fuese malo, decidí.

Pero desde entonces me encanta el brillo de labios con sabor a fresa"

Conocemos a Hannah por lo que nos cuenta y por lo que Clay recuerda de ella, Clay en cambio se mostrará a si mismo con sus actos y sus reflexiones. Trece elegidos recibirán las cintas que Hannah grabó antes de suicidarse, cintas que cuentan su historia. La joven llega a despreciarse tanto que ve la muerte como una liberación, pero no puede marcharse sin contarlo todo... ¿Qué es todo? Mucho más de lo que puedes imaginar.

Clay descubrirá mucho más de lo que esperaba y nosotros entenderemos por fin por qué Clay es uno de los trece elegidos, pero por sobre todas las cosas, Hannah y sus cintas enseñarán a Clay a vivir.

Con un estilo confesional, Por trece razones reflexiona sobre muchos aspectos de la vida, pero sobre todo, sobre las ocasiones desperdiciadas. Tenemos una vida para vivirla y a veces hay que arriesgar para ganar.