El sabor de la tentación, Stephanie Laurens

Jonas Tallent, emparentado con los célebres Cynster, es apuesto, rico y de buena familia, y se dedica a disfrutar de la vida. Juega a las cartas hasta el amanecer y coquetea con las damas más deseadas de la sociedad londinense. Cuando empieza a sentirse inquieto y aburrido por tanta frivolidad, se ve obligado a tomar las riendas de la hacienda familiar en el Devon rural. Una de sus primeras decisiones es contratar un nuevo encargado para la posada de su propiedad, pero descubre que hay poca gente dispuesta a vivir en un lugar tan pequeño y tranquilo. Es entonces cuando Emily Beauregard, una refinada dama venida a menos, solicita el puesto. Jonas cree que las damas, en especial las que son tan atractivas como Emily, deben estar en los salones de baile o en los dormitorios, no en las posadas. Sin embargo, no tiene alternativa, y de mala gana permite que la joven demuestre su valía. Pero Emily guarda un secreto. No ha llegado a Devon impulsada sólo por la necesidad de mantener a sus hermanos, sino que la anima un objetivo muy concreto y ambicioso...

Emily llega junto con sus cuatro hermanos al pueblo de su familia, Colyton. Anda buscando el tesoro que sus antepasados escondieron para los futuros Colyton que lo necesitaran. La ubicación del mismo ha pasado de generación en generación como una canción infantil. Pero para poder buscarlo sin levantar sospechas Emma solicitará el trabajo en la posada y ocultará su apellido a todo el pueblo. Con lo que no contaba era con el interés que va a despertar en Jonas Tallent, su jefe, que en seguida se da cuenta que la joven busca algo y que a pesar de no saber lo que es, está dispuesto a ayudarla.

Lo malo es que parece que alguien más a parte de su familia conoce el secreto del tesoro.

El sabor de la tentación, es el libro número tropecientos de la interminable saga Cynster, como ya ha contado la historia de todos los familiares directos Cynster ahora empieza con los familiares políticos. Jonas es el hermano de Phyllida y cuñado de Lucifer.

Para los que no hayan leído ninguna novela de los Cynster mi explicación les dejará igual, pero como siempre, tampoco es necesario leer los libros anteriores para entender correctamente esta lectura.

El sabor de la tentación es demasiado lento, porque está muy lleno de paja, asuntos que no afectan demasiado a la historia, y que hacen que cueste un poco engancharnos a ella.

"Todavía notaba los ojos de Jonas clavados en ella, pero no se atrevía a alzar la cabeza y mirarle. Se sentía tan viva, tan consciente de él (...) que estaba segura de que, si le miraba, él podría percibir todo eso en su mirada"

Paralela a la historia entre Emily y Jonas tenemos la historia entre la hermana de ésta, Issy y Filing, ésta última mucho más tranquila y mesurada que la anterior, una historia sin pena ni gloria.

Tanto los personajes como la historia son bastante predecibles (después de tantos libros sobre esta familia) aunque si a la novela se le suprimieran ciento cincuenta páginas sería mucho más agradable.

En general es una lectura para tomarse con mucha calma, ya que como he dicho, cuesta habituarse a ella. Y como parece que esta saga va a ser interminable no creo que éste sea el último título que trate sobre los Cynster, pero seguro que es el último que yo leo.