Cuando la memoria olvida, Noelia Amarillo

En la vida de Ruth no hay sitio para nadie más… de hecho, ni siquiera hay sitio para ella misma. Cuida su casa, a sus hermanos (ya adultos) y a su padre, que no tiene las ideas muy claras. La mayor parte del día se le escapa en un centro para mayores, donde no sólo hace su trabajo sino también el de la arpía de su jefa. Su única vía de escape son las contadas reuniones con sus amigas y pasar algún sábado que otro con un amigo especial que le hace hermosos “diseños de interiores”.

La vida de Marcos es un cúmulo de experiencias y viajes. Imprevisible, impaciente y visceral hace lo que quiere, cuando quiere y como quiere (así le va). Tras varios años vagando sin rumbo fijo, decide volver a España, su país natal. La falta de previsión y la búsqueda de la comodidad se confabulan para que acabe viviendo en la casa de su madre, una mujer obsesionada con las telenovelas que vive por y para la ficción.

De niños eran los mejores amigos y los más fieros enemigos. Pero el destino los separó. Ahora vuelven a encontrarse, todo sigue igual y a la vez todo ha cambiado…

Ruth y Marcos se han conocido desde siempre, ya de niños existe el típico tira y afloja entre dos personas que se gustan. Con once años todo parece indicar que se harán novios, pero a los trece todo cambia y Marcos se ve obligado a alejarse de sus amigos y marchar con su autoritario padre a EEUU. Los años pasan y sorprendentemente la pareja vuelve a encontrarse con veintiún años en ese país. El interés que los dos sentían de niños, se convierte en algo más que desemboca en una noche juntos. Pero el destino los vuelve a separar volviendo a encontrarse ocho años después.

La relación de Ruth y Marcos, se insinúa muy tenuemente en Falsas apariencias. Primera novela en la que nos encontramos con este grupo de amigas de la infancia. Pero es en Cuando la memoria olvida, cuando comprendemos realmente esta amistad, ya que la autora nos permite ver sus orígenes, desde los once, diez años, hasta la actualidad. Aunque no es necesario haber leído el anterior para poder seguir la narración. Aunque hay una escena (la de la galería de arte) que vemos en las dos novelas, cada una desde una perspectiva diferente.
Pero lo que realmente es  importante es que independientemente de las escenas eróticas, Cuando la memoria olvida nos muestra es una historia de amor preciosa entre dos personas condenadas a encontrarse una y otra vez.

"–Ruth Avestruz… Encantado de verte de nuevo –Te tengo, pensó Marcos complacido.
–Marcos cara de asco… que placer más repugnante –respondió Ruth sin pensárselo dos veces"

Los personajes están teñidos de ese punto rebelde y cómico que Noelia sabe otorgarles tan bien, la propia Ruth es una repipi capaz de decir jopelines y al mismo tiempo, adornarse el pubis con tintes de colores.
Marcos va de macho dominante que pasa de todo lo que huela a relación, o a futuro. Vive el presente, nada más, pero no puede evitar morirse de celos pensando dónde ha a prendido Ruth determinadas cosas ^^
Cuando la memoria olvida es una lectura fabulosa desde la primera hasta la última página, pero lo que quiero destacar hoy no es una cita propiamente dicha, sino la reflexión que la autora hace en la primera página de la novela:

"¿Cuántas veces la memoria olvida?
¿Cuánta veces los recuerdos no son reales?
¿Cuántas veces anhelamos que nuestra memoria se equivoque y borre actuaciones que nunca debieron existir?
La memoria, esa parte intangible de nuestra experiencia, revoltosa y mentirosa, sagaz y cruel, nos muestra día a día recuerdos que quisiéramos olvidar y olvida recuerdos que deberían permanecer por siempre en nuestras mentes"

Cuando la memoria olvida, tiene el estilo directo y personal de la autora, es refrescante y adictivo, sus personajes mezclan ternura y pasión a partes iguales. Resulta difícil despegar los ojos de sus páginas, puede que después de leer Falsas apariencias ya fuera predispuesta a que me encantara, en cualquier caso, lo ha conseguido. Estoy deseando leer más sobre este grupo de amigas, tan heterogéneo y fascinante.