Espirales en el ombligo, Bela Marbel

Ana Cruz intenta recuperarse de la pérdida de su marido, pero no es capaz de conseguirlo hasta que, en la boda de su mejor amiga, se cruza en su camino un irresistible, atractivo e insoportable tejano que parece dispuesto a poner su vida patas arriba.

Cuando Mark Jacob se topa con aquella espectacular española de lengua afilada, sólo puede pensar que está ante una lunática por muy sexy que sea. Pero la atracción que Ana despierta en él es muy poderosa y el sexo… El sexo siempre acaba metiéndole en problemas.

Y mientras ella se resiste a aceptar lo que el destino le ofrece, sintiendo que iniciar una nueva relación es una traición hacia su fallecido esposo, Mark lucha con todas sus fuerzas para conseguir a la mujer que ama. Pero la palabra «compartir» no forma parte de su vocabulario, ni siquiera con un muerto.

Ana es una viuda joven que no sabe muy bien cómo rehacer su vida, tampoco es que en esos momentos se interese por rehacerla, más bien intenta ir tirando. Pero entonces se cruza en su camino un hombre atractivo que le llama la atención desde el primer momento, le atrae y la cabrea como ningún otro. El problema es que  ella todavía no está preparada para el amor.

Lo primero que llama la atención de Espirales en el ombligo, es el estilo tan personal de la autora. Un estilo conciso y claro que atrae desde la primera línea.

Sorprende la profundidad que le otorga a los personajes en una novela tan corta, y ese es el punto negativo que le daré a la historia, me hubiera encantado seguir leyendo más sobre Mark y Ana.

Otro aspecto novedoso es que la historia se desarrolla en Alicante, creo que es la primera novela que tiene como coprotagonista a la ciudad. 

-Tu abuela es un encanto -comento ya en la escalera-. Me sabe mal mentirle.

"-¿Mentirle? ¿Por qué lo dices?

-Por nosotros, la mujer piensa que somos novios de los de verdad.

-Lo he estado pensando, y a lo mejor lo somos, aunque haga poco que nos conocemos y no sepamos cuánto va a durar, pero de momento... ¿Qué me dices? -me observa con esa mirada tierna que sabe poner a veces y que me convencería de cualquier cosa"

En la parte narrativa destaca que escuchemos la voz de Ana en presente y en primera persona y la voz de Mark sea a través de un narrador omnisciente y en pasado. Ese narrador omnisciente que se centra en Mark y que nos permite verle tan ampliamente como vemos a Ana o Annie, según prefiráis (yo me quedo con Annie, ¿se nota que Mark me ha encantado, verdad?)

Espirales en el ombligo se lee en un suspiro y entre suspiros y no solo por la extensión de la novela, sino por la frescura y la preciosa historia que contiene. Estoy deseando volver a leer algo de la autora.