Calles de Edimburgo, Samantha Young

Ellie Carmichael llevaba años enamorada de Adam Sutherland, el mejor amigo de su hermano Braden. Sin embargo, por la forma en que la trata está claro que, para Adam, Ellie es como una hermana pequeña.

Con el tiempo, el enamoramiento juvenil de Ellie se ha transformado en un amor más maduro, aunque ella no se decide a tomar la iniciativa. Como si esto fuera poco, la actitud de Adam hacia ella ha ido cambiando. Es evidente que siente afecto hacia Ellie y que esta le atrae sexualmente, pero su lealtad hacia Braden y su temor a echar a perder la única relación familiar que ha tenido en su vida le impiden acercarse a ella de la forma en que le gustaría.

Y entonces, una noche, ocurre algo que pondrá a prueba los sentimientos de ambos. Pronto el amor, el deseo, el temor y los celos se combinarán para cambiar la relación entre ambos para siempre. Y Adam descubrirá, de forma insospechada, que la vida es demasiado corta para dejar pasar al amor de tu vida.

En Calle Dublín conocimos, muy por encima, la historia de amor y desamor de dos de los secundarios: Ellie, la hermana de Braden y Adam, su mejor amigo. Una historia que me quedé con ganas de conocer en profundidad y que a petición de sus lectores Samantha nos detalla en Calles de Edimburgo.

Desde el primer momento en que aparecen notamos la química entre los dos, y conforme va avanzando la historia de Braden y Joss conocemos mejor a su hermana, quién terminará siendo la mejor amiga de esta última. Y he de decir que si Calle Dublín me gustó, Calles de Edimburgo me ha encantado, la única pega es que sea tan corta.

Ellie es la hermana pequeña de Braden y desde siempre ha estado enamorada del mejor amigo de su hermano, Adam, un hombre atractivo, inteligente y con un enorme éxito entre las mujeres. Su relación va pasando por diversas fases a medida que pasan los años y Ellie va haciéndose una mujer.

Para liberar unos sentimientos que no puede compartir con nadie, Ellie escribe diarios, diarios en los que habla detalladamente de lo que siente por él y de lo que sucede cuando están juntos.

"Adam y yo seguíamos en medio de la pista, mirándonos el uno al otro. Creo que los dos estábamos tratando de averiguar dónde nos encontrábamos nosotros y qué narices había pasado.
La chica del taburete volvió a él con un jersey a modo de vestido tan ajustado que parecía una pera. Era más baja que yo, pero, como Joss, tenía más caderas y culo. Me sentí de repente desaliñada con mi figura, con mi vestido brillante. Parándose a su lado, colocó la mano sobre su brazo con propiedad"

Calles de Edimburgo es una historia de amor en toda regla, romántica, difícil y con final feliz. 

Un amor que va evolucionando poco a poco, si desde el primer momento nos encontramos con que Ellie es consciente de que está enamorada de Adam, con él todo evoluciona más lentamente, no obstante, prácticamente desde el principio nos topamos con su afán protector e incluso posesivo. 

En definitiva es la historia de dos personas que temen reconocer lo que sienten, por causas ajenas a sus Calle Dublín sabréis cuál es)

propios sentimientos. Un sucesión de encuentros y desencuentros que estallarán cuando a Ellie le detectan un problema de salud (si habéis leído

En resumen una lectura preciosa que nos hará suspirar en más de una ocasión, y que conseguirá que pongamos a su autora en nuestra lista de indispensables.