Reseña de Tres deseos

Desde que su novio rompió con ella, Viola ha pasado los días deseando en silencio volver a tener a alguien que la quiera y, lo que es más importante, volver a ser parte de algo. Hasta que un día, sin darse cuenta, llama a un genio de otro mundo, que se quedará en el suyo hasta que la chica pida tres deseos. Genio está ansioso por regresar a su casa, pero a Viola le aterra desear, tiene miedo de no pedir lo correcto. Conforme los dos van pasando tiempo juntos, la línea entre amo y criado empieza a desdibujarse y Genio no tardará en reconocer que está enamorado de Viola.

Desde que su novio (ahora mejor amigo) la dejó Viola se siente incompleta, no forma parte de ningún grupo social, sólo le interesa la pintura, pero tampoco se siente satisfecha con lo que pinta. Finalmente sus deseos son escuchados y un genio le ofrece tres deseos, cuánto antes los formule antes volverá Genio a su hogar, pero Viola no está dispuesta a pedirlos rápidamente ¿Tiene que pensar bien lo que va a pedir o es que no quiere perder a Genio?

Las primeras páginas de Tres deseos, prometían mucho, pero al final se queda sólo en eso, promesas. Acaba convirtiéndose en un auténtico melodrama donde lo único que se salvan son los dos chicos: Genio y Lawrence.

Viola es insegura y está totalmente desubicada. Está obsesionada en su dolor y no mueve un sólo dedo para cambiarlo. Cuando Genio le ofrece tres deseos alega que quiere conseguir las cosas por sí misma pero en ningún momento actúa, es un personaje pasivo. Permite que la besen cuando ella no quiere, permite que la interrumpan cuando está haciendo algo... no protesta acata y calla. Sólo al final de la novela toma su primera decisión, ¡impresionante!

Es Genio el que lleva el peso de la historia, en Caliban (ciudad donde fueron enviados los genios tras  ser castigados ya que se volvieron egoistas con su poder y fueron confinados a Caliban la ciudad donde nunca pasa nada) es uno más, en la tierra es un ser completo que siente y decide por sí mismo. Es simbólico que no tenga un nombre y que su nueva ama le otorgue el nombre de Genio, no como genérico sino como individualidad.

Otro personaje interesante es Lawrence, mejor amigo de Viola, que carga con el peso de haber roto su relación y que al ver que ésta no lo supera deja de lado su propia vida para estar con ella. Lawrence aceptará inmediatamente a Genio, convirtiéndose en su único amigo, incluso su confidente.

"-Un pájaro y un pez puede que quieran estar juntos, pero ¿dónde vivirían?
-No sé, ¿en una jaula submarina?-Contesta Lawrence"

También hay que destacar de la narración un punto recurrente en mis últimas lecturas, la alternancia en la narración de los dos protagonistas. La historia desde el punto de vista de él y de ella, que nos permite conocer de primera mano qué sienten los personajes.

La novela tiene una lectura simbólica que en mi opinión es lo que la hace interesante, la conciencia de la  individualidad y que entronca con la idea de que si algo no tiene un nombre, en realidad no existe, sino se puede nombrar ¿Cómo va a existir?

Genio pasa a ser alguien en cuanto recibe su nombre, toma conciencia de sí mismo, se salta las normas para tomar sus propias decisiones, en definitiva hace lo que hacemos todos cada día... VIVE...

El final también es escaso y la novela se hace en algunos puntos demasiado lenta. En cualquier caso tiene un final abierto que no le cierra las puertas a una segunda parte (más bien las abre) puesto que no soluciona nada definitivamente.

Es una lectura entretenida con algún punto de brillantez, pero nada (en mi opinión, por supuesto) que merezca más.