Reseña de Zafiro, Kerstin Gier

Gwen está hecha un lío... Gideon, su ''compañero'' de viajes en el tiempo la está volviendo completamente loca: tan pronto la besa apasionadamente como la ignora con desdén.

Y es que nadie dijo que el amor a través del tiempo fuera una empresa fácil, ni mucho menos. Por suerte Gwen tiene a su mejor amiga Leslie, a James, el fantasma del instituto, y a Xemenius, una gárgola bastante irreverente, para que le echen una mano en sus altibajos amorosos. Ah, y en lo de comportarse como la ahijada de un marqués o un duque del siglo XVIII... Porque desde que se ha convertido en la última viajera en el tiempo parece que estos son sus planes: asistir a un soirée en el año 1782, salvar el mundo y, sobretodo, no dar el cante. Así que ahora su vida consiste en aprender a bailar el minué (que no es nada sencillo) mientras decide lo que siente por el chico de sus sueños (que tampoco lo es)

Como dije en mi reseña de Rubí, los besos son maravillosos como comienzo el problema es que sean un final. En este caso Zafiro comienza donde acaba Rubí, con un apasionado beso.

Gwen se ha convertido en la última viajera en el tiempo, pero a pesar de su importante papel, la logia la trata como a un títere. Gideon por su parte no hace otra cosa que confundirla, ahora soy dulce y a los dos minutos un borde, para rematar su "querida" y perfecta prima Charlotte tendrá que ayudarla a aprender todo lo necesario para ser una viajera. Gwen tendrá que lidiar con lo que siente por Gideon y lo que supone no saber nada de lo que se pretende de ella.

Si Rubí me gustó Zafiro ha hecho que no me haya despegado de sus páginas hasta la última línea. Se me ha olvidado el hambre, el sueño, el cansancio... y lo he disfrutado de principio a fin. Zafiro no sólo es adictivo es imprescindible, imposible no leerlo del tirón. XD, dejar de fumar fue más fácil, que dejar de leerlo. Si no tenéis tiempo, no lo empecéis porque os va a costar mucho dejarlo a medias. 

“—Deberíamos recoger nuestras cosas —dijo finalmente—. Y deberías hacer algo urgente con tus cabellos; parece como si algún idiota se hubiera puesto a revolver en ellos con las dos manos y luego te hubiera tirado sobre un sofá… Sea quien sea el que nos espere sabrá que dos y dos son cuatro… Oh, por Dios, no me mires así.

—¿Cómo?

—Como si ya no pudieras moverte.

—Es que no puedo —dije en serio—. Soy un pudin. Me has transformado en un pudin”

Galeradas de Zafiro

En cuanto a los personajes Gwen es fantástica, no la recordaba tan divertida, con sus ocurrencias hace que se nos escapen las carcajadas, es dulce, buena, pero sobre todo desubicada y es ahí donde reside su encanto. En una sociedad como la logia o su familia, repleta de seres perfectos que siguen las normas, ella es un soplo de aire fresco. Leslie y Xemerius (una gárgola Daimon y espía aficionado, pero eficiente) son dos secundarios de lujo. Nuevos personajes hacen acto de presencia pero por el momento no son demasiado importantes, aunque Raphael (hermano rebelde de Gideon) promete alguna que otra sorpresa.

Charlotte por su parte se destapa en Zafiro como la arpía que se vislumbraba en Rubí, molesta y tenaz, está más que dispuesta a dar guerra.
Y Gideon es mucho más que el chico malote que parece, el pobre está tan confundido que confunde, y es quizás por eso que resulta tan irritantemente atractivo.

"-Pero luego vuelves a ser tan divertida e inteligente y tan indescriptiblemente dulce -continuó Gideon, como si no me hubiese oído-. Y lo peor es que basta con que estés conmigo en la misma habitación para que enseguida tenga necesidad de tocarte y de besarte..."

Con una prosa genial y ese juego de perspectivas con los capítulos, Kerstin Gier se ha convertido en una de mis autores imprescindibles. Y Zafiro ha cumplido con creces todas mis expectativas, como no, el final es tan demoledor como fue el de Rubí, así que ahora sólo me queda morderme las uñas mientras se publica Esmeralda.
Mil gracias a Montena por mandarme las galeradas y permitirme disfrutar antes de tiempo de Zafiro.