Reseña de Nefilim, Lena Cohn

Cuando Sophie, una joven estudiante de música, conoce en Salzburgo al virtuoso y enigmático violonchelista Nathanael Grigori, lo que siente es amor a primera vista. Sin embargo, al terminar el verano él la abandona de forma repentina.

A Sophie lo único que le queda es la hija que han tenido en común, Aurora, quien al cumplir los siete años sufre una extraña transformación. Lo que Sophie no sabe es que su hija ha reavivado una antigua lucha entre el bien y el mal…

No en vano Nathanael y Aurora no son seres humanos normales, sino nefilim, inmortales, y deben cumplir una misión secreta.

Sophie es una joven tímida cuyo máximo sueño es ser una gran pianista, pero es demasiado autocrítica consigo misma y nada de lo que hace termina de convencerla, además tocar en público la pone demasiado nerviosa, por lo que suele pasar desapercibida. Hasta que un día Nathan le propone tocar juntos... Poco a poco Sophie va enamorándose de él, pero hay gestos en Nathan, actitudes que descolocan a la joven y no sabe interpretar. Estar con él se convierte en algo tan necesario como respirar. Entonces en la primera noche que están juntos Sophie se queda embarazada, ella está feliz y así se lo hace saber a él, pero desde ese momento Nathan desaparece de la vida de la pianista. Siete años después Aurora la hija de ambos empieza a desarrollar actitudes que preocupan y confunden a Sophie que todos esos años a vivido por y para su hija, y entonces cuando menos se lo espera Nathan irrumpe de nuevo en su vida descubriéndole el secreto por el cual la dejó. Y que hará que se vea envuelta en la eterna pelea entre el bien y el mal.

Nefilim tiene cierto halo oscuro, la narración es evocadora, la ciudad, la música, el ambiente, cada detalle nos envuelve y nos introduce en ese ambiente frío y oscuro. Incluso la relación entre Nathan y Sophie es distante, en ningún momento nos hace dudar del amor que se profesan, pero parece como si no supieran exteriorizarlo. El contacto entre ellos es escaso. Aunque más adelante daremos explicación a muchos puntos que se plantean en las primeras páginas de la novela, las primeras sensaciones no dejan de ser acertadas.

"Murmuró algo que no entendí del todo. «Lo he intentado... de verdad que lo he intentado...» Mientras hablaba cubrió mi rostro de besos, y el cuello, los hombros, los pechos. Me desabroché la falda al tiempo que tiraba de sus pantalones. Tras algunos movimientos bruscos e impacientes nos quedamos los dos desnudos.
-¿Qué?-pregunté, con la voz entrecortada-. ¿Qué has intentado?
(...)
-He intentado resistirme- murmuró.

Nefilim consigue mantenernos con los ojos pegados a sus páginas, esperando que se desvelen los misterios que contiene. Hay personajes en las sombras y giros en los acontecimientos, en definitiva sorpresas que hacen que sea una lectura interesante en la que la emoción no decae en ningún momento.
Nathan y Caspar son dos nefilim opuestos que comparten un mismo interés, aunque finalmente todo lleva a lo de siempre, la eterna lucha del bien y el mal. Lucha en la que Sophie y Aurora son mucho más que unas espectadoras.
La narración tiene un punto innovador, la novela esta contada en primera persona, Sophie es quien nos cuenta los hechos que le sucedieron, por eso utiliza el pasado. Pero lo novedoso es que en algunos momentos la tipografía de la letra y el narrador cambian, aparece un narrador omnisciente que nos cuenta lo que piensa/siente otro personaje, Nathan o Caspar. Estos breves momentos nos permiten entender y descubrir qué pasa por la mente de estos personajes tan misteriosos.
El final deja abierta una puerta y sí, hay una segunda parte, que traducida del alemán viene a ser como: La maldición de la puesta del sol y también en ese estilo tenemos el título original: El beso de la luz de la mañana, quizás haciendo referencia a la niña, Aurora.
La verdad es que los títulos originales me encantan, ahora hay que esperar para leer disfrutar de La maldición de la puesta de sol.