Gothic doll, Lorena Amkie

A sus 17 años, Maya es una chica más o menos normal: su vida se revuelve entre las ideas de su mamá, los besos y pleitos con Abel, las tocadas de rock, las amigas, la escuela, las interminables tareas. Hasta que un día, despierta en un callejón, sola, con la ropa rota, débil y acostada sobre un charco de sangre. Los cambios que experimenta en los días que siguen la hacen darse cuenta de que su vida acaba de tomar un giro violento e irreversible. Ahora debe enfrentarse a su identidad, a las novedades en su cuerpo y a la responsabilidad que implica una herencia que no pidió ni esperaba.

Maya es una adolescente de diecisiete años que ha pasado por una experiencia traumática de la que no recuerda nada. De lo que sí es plenamente consciente es de los cambios que está sufriendo su cuerpo, es sensible a la luz solar, no come nada y apenas duerme, sin contar que se ha convertido de la noche a la mañana en un genio en los estudios.

Cuando Maya descubra que ya no es humana, tendrá que tomar decisiones que afectarán a su madre y a Abel (su ex), ya que si descubren su secreto deberán pagar con su vida.

Lo primero que llama la atención de este libro, es la cuidada edición que presenta, con capítulos introducidos por citas de grupos de rock, escritores... Todas las citas ena página exclusiva para ellas con el fondo a rallas moradas de la portada original. Y con imágenes intercaladas de la muñeca que representa a la propia Maya y sus estados de ánimo. En definitiva una edición muy bonita, a excepción de la portada. En cuanto al título crea expectativas equivocadas que afortunadamente se explican casi al principio.

En Gothic Doll, el comienzo es bastante lento, el camino está lleno de pistas más que evidentes que hacen que la lectura se haga lenta y se estanque sin remedio. Además dentro de la narración hay regresiones al pasado para conocer los inicios de la historia de amor-desamor de Maya y Abel. Una vez pasada esta parte en la que Maya aún no sabe quién es el ritmo de lectura se agiliza y mejora.

"Apagué la computadora y salí de mi encierro. Le pedí a mamá que me llevara al cine. Quiso saber si ya había terminado mis tareas, le dije que necesitaba un descanso y nos fuimos. Me recargué en su hombro durante toda la película y disfruté de ese aroma familiar y acogedor. Después pensaría en todos mis problemas"

En qué se transforma (no voy a spoilear, tranquilos) es el quid de las primeras ciento cincuenta páginas (literalmente 150 páginas dando vueltas al mismo tema) y lo malo es que lo alargue tanto cuando es tan evidente desde el principio. Incluso llega a sorprender que después de todo se trate sólo de eso. En fin, en mi opinión es una lectura para tomarse con cierta calma.

En cuanto al final, es bastante abrupto y puesto que sabemos que hay una segunda parte resulta en cierto modo predecible que termine así.

A mi me ha resultado bastante lento y si bien la autora escribe muy bien, para mi gusto da demasiadas vueltas a los mismos temas una y otra vez. El problema no es una cuestión de estilo sino de desarrollo.