Mi chica fantasma, Tamsyn Murray

Lucy Shaw no es la típica chica de quince años. Para empezar, vive en los aseos de hombres de Carnaby Street, en Londres, donde fue asesinada hace seis meses. Superada la tristeza de no volver a ver a su familia ni a sus amigos, Lucy se toma su nueva vida de fantasma con ironía y sentido del humor. Pero la rutina de su vida eterna se rompe al conocer a Jeremy, un joven que tiene la facultad de verla. Jeremy no es para nada su tipo, pero al menos está dispuesto a ayudarla. Una vez encuentran la manera de salir de ahí, Lucy conoce a otros fantasmas. Sin embargo, cuando Jeremy insiste en desentrañar las circunstancias de su muerte, no tendrá otro remedio que enfrentarse a sus mayores miedos.

Lucy murió asesinada en unos baños públicos en Nochevieja y desde entonces está atrapada en el lugar donde murió. Soportando las guarrerías de los usuarios del urinario público. La pobre echa de menos conocer cómo les va a los famosos o cómo sigue su serie favorita.

Entonces aparecerá Jeremy, la única persona que la ha visto en seis meses y la no vida de Lucy cambiará, Jeremy descubrirá cómo puede salir de allí y Lucy conocerá a nuevos fantasmas que harán su vida más interesante. El problema es que Jeremy está decidido a que investiguen su muerte, pero Lucy no está por la labor.

Mi chica fantasma es una novela divertida y entretenida con la que pasar un buen rato. La historia tiene un ritmo rápido, los sucesos, las tramas se van desarrollando y cerrando con rapidez, lo que hace que sea un libro fácil de leer. Además Lucy que si bien al principio parece un pelín snob, pero a medida que avanza la trama, nos va conquistando con sus ocurrencias.

Hay muchos temas actuales en la historia, desde el sensacionalismo en televisión, con Elvira, empeñada en sacar a Lucy en televisión, la historia de Hep, las "religiones" con la Iglesia de los queridos difuntos, romance...

Para ser un libro relativamente corto hay mucha chicha en él.

"Estar muerto no era genial, pero tampoco era una porquería absoluta. Me volví a acurrucar contra Ryan y contemple la ciudad bajo el crepúsculo.

-Me pregunto cómo intuir cuál es el momento de partir:

-Quién hace poesía ahora? -se metió conmigo; sentí su risa bajo mi cabello-."

Jeremy es más bien sosito, pero se preocupará por Lucy desde el primer momento. Junto a ellos estará Ryan, el chico por el que Lucy se interesará y Hep, una chica emo con una vida un poco complicada.

La historia es entretenida y muy ágil, se lee tan rápidamente que incluso llega a saber a poco. 

El final es realmente bonito, perfecto para la historia y lo mejor es que es autoconclusivo. Murray ha escrito libros con la misma estructura fantasmal, pero con otros personajes y otras tramas.

En resumen, Mi chica fantasma es un libro divertido, agradable y perfecto para pasar una tarde de desconexión junto a Lucy, Jeremy, Ryan y compañía.