Quédate a mi lado, Noelia Amarillo

Invisible para aquellos que lo rodean, Jared camina sin rumbo por las calles de una gran ciudad, buscando un futuro mejor que el presente en que está inmerso. Su deambular le lleva hasta una pequeña tienda regentada por Dolores y su nieta, Nuria. Allí, la afable anciana le dará la oportunidad de cambiar su presente, aun en contra de los deseos de su desconfiada nieta.

Bajo la desamparada apariencia de Jared, Nuria descubrirá a un hombre valiente que conquistará su corazón, aun sin pretenderlo y que, asustado por la pasión que siente por ella, intentará por todos los medios ocultársela. Al fin y al cabo, no tiene nada que ofrecer, él solo es un “sin techo” más.

Pero Nuria no es una jovencita soñadora e insegura, sabe lo que quiere, y está dispuesta a luchar por conseguirlo. Utilizará todas las armas a su alcance para vencer los recelos de Jared, y la pasión, será una de ellas…

Jared es uno de los tantos indigentes que viven en la calle, tan ignorado por la sociedad que es prácticamente invisible. Muerto de hambre va buscando pequeños trabajos que le aporten algo de alimento que poder llevarse a la boca, no pide dinero, sino trabajo.

El destino hace que entre en la tienda de Dolores y Nuria. Dolores una viejecita encantadora, casi siempre, lo convertirá en su nuevo proyecto y hará que la gente del barrio, comerciantes y amigos, le ayuden dentro de sus capacidades. Pero hay algo en lo que nadie podrá ayudar a Jared, algo que tendrá que hacer por sí mismo. Tendrá que comenzar a valorarse como persona. Puesto que Jared vale mucho más de lo que él mismo cree.

Quédate a mi lado es una historia conmovedora que habla de una realidad que encontramos en la vuelta de cada esquina. Jared es un personaje que no deja indiferente, porque tras él se esconden miles de personas que sufren el mismo mal. De alguna forma, la novela consigue que seamos conscientes de que tras cada una de esas personas, hay una historia y quizás un corazón tan grande como el de Jared.

Ya en las primeras páginas Noelia consigue que se nos salten las lágrimas. Y es que todo lo que tiene que ver con Jared nos afectará irremisiblemente, el modo en que se ve a sí mismo, la lucha interna por seguir sintiéndose una persona completa, digna. El dolor físico que le causa el hambre...

"La última vez que nos vimos toqué el paraíso con las manos.

Toda mi vida he estado buscándote y, cuando por fin te encontré, supe que no podía permanecer a tu lado.

Siempre he sabido que no soy nada, que no tengo nada. No puedo ni quiero pensar en acercarme a ti si no tengo un futuro que ofrecerte. Esa última noche fui consciente de ello".

En realidad todos los personajes tienen un punto conmovedor que hace que la historia sea entrañable y preciosa. Una historia que se desarrolla en un barrio cualquiera, un lugar en el que todos se conocen y confían los unos en los otros. Nur por su parte es junto con Jared la que más evoluciona a lo largo de la novela, comienza con reticencias, sin fiarse y termina... Dejémoslo que de otro modo, no quiero spoilearos.

En definitiva una historia que contiene todos los ingredientes necesarios para dejarnos pegados al sillón, la tumbona o donde sea que estemos leyendo: amor, solidaridad, ternura, amistad...

La única pega que le daré será por la extensión, me hubiera gustado leer más, pero no porque a la historia le hagan falta más páginas, sino porque me quedé con ganas de saber más sobre Jared.

Ais y el final... Precioso.