Reseña de El libro de la sacerdotisa, Lena Valenti

Cuando Ruth llegó a Londres mes y medio atrás para visitar a su mejor amiga, Aileen, nunca se imaginó que se vería envuelta en una guerra entre seres ancestrales creados por los dioses Vanir y Aesir. Después de un tiempo amoldándose a su nueva realidad, los traumas y las voces del pasado han regresado para atormentarla y, poco a poco, le están robando la razón. Pero tiene una oportunidad para encontrarse y saber quién es ella realmente, y no dudará en tomarla, aunque eso la ponga en manos de un berserker moreno y taciturno que no cree en nada de lo que ella representa. Hacía mes y medio que Adam no dormía. Sus sueños estaban plagados de sangre, muerte y oscuridad, y en el centro de aquellas pesadillas sólo había una culpable. Una mujer de pelo rojo y ojos dorados. Una humana que no es quien dice ser: Ruth. Por eso, cuando ella quebranta la orden de no regresar a sus tierras y vuelve a Wolverhampton, él no dudará en darle caza y detenerla, aunque eso implique volverse loco y mantener su instintos más salvajes a raya. Adam quiere desenmascararla, pero, en un juego de voluntades, desidia y deseos, ¿a quién se le caerá la máscara primero? ¿Al lobo o a la cazadora? Vienen tiempos de caza en el Midgard. El Ragnarök enseña los colmillos. ¿Verdadero o falso? En el amor y en la guerra, todo está permitido.

Lo primero que voy a decir de El libro de la sacerdotisa es que con él he quemado un nuevo record de lectura. Este libro es adictivo, te engancha, te sacude, te acaricia, te grita, te susurra... con cada página que pasas  tu corazón se acelera un latido. Latido a latido hasta llegar a un final que te pone los dientes largos y el vello de punta.

A los que dicen que segundas partes nunca fueron buenas, les aconsejo que lean El libro de la sacerdotisa, les romperá los esquemas. Seguro.

La novela empieza retomando unos hechos que ya conocemos de El libro de Jade, sólo que esta vez el punto de vista desde el que los conocemos es diferente, los protagonistas son otros. Ya los conocemos o eso creemos, porque poco a poco vamos descubriendo que esconden Adam y Ruth, qué nos depara esta nueva entrega de la saga. Al mismo tiempo Lena nos muestra como han evolucionado las relaciónes que conocimos en El libro de Jade: Aileen - Caleb; As - María... seguimos descubriendo a los personajes y al mismo tiempo la autora va plantando las semillas de la próxima novela. Me encanta como deja caer esas semillas que germinaran en la próxima entrega de la Saga Vanir. Hay que estar atento a las pistas, es un juego en el que las piezas encajan a la perfección.
Pero sobre todo en El libro de la sacerdotisa tenemos Ruth y Adam, la novela gira en torno a su historia, que he de decir que yo ya esperaba al terminar El libro de Jade (Reseña AQUÍ)

El libro de la sacerdotisa abandona un poco la violencia que salpica El libro de Jade en favor de la pasión y el deseo, capaz de derretir a un témpano de hielo. El deseo es el motor que mueve a los personajes. La narración de Lena es más madura y personal, y la historia es completamente nueva. Se nos escapa alguna que otra lagrimita, pero básicamente nos pasamos la lectura hiperventilando... Descubrimos a una Ruth que no conocimos en la primera parte, una mujer fuerte y valiente, que no se amilana ante nadie, ni siquiera ante un hombre como Adam, posesivo, duro y con unos prejuicios demoledores sobre ella. Ruth y Adam se comen la novela con su historia y sus pasiones.Y disfrutamos de cada pequeño pasito que va dando su relación.

Además viene con sorpresa, una banda sonora o Playlist de lo más variada: Lady Gaga, Eminem, AC DC, Bonnie Tyler. Una canción para cada momento, un estilo para cada uno de los protagonistas.
Por eso he decidido dejaros un regalito (esta vez en lugar de extraer una frase de la novela, extraigo una canción):