Princesa, Patricia Sutherland

Theresa Tess Gibb es una inglesa culta e independiente que vive en Estados Unidos desde hace quince años. La editorial para la que trabaja en Boston, acaba de nombrarla editora de una colección de la que se hará cargo tan pronto regrese de Londres, de visitar a los suyos.

Pero lo que prometía ser poco más que unas cortas vacaciones en familia, se convierte en un viaje que transformará completamente su vida cuando recuerdos del pasado se entremezclan con la familiaridad del entorno, y Tess se da cuenta de que lleva años echándolo en falta.

Todo continúa igual que en sus recuerdos, entrañable y a la vez, irremediablemente pasado: su familia, su casa, su barrio, su hermana -eternamente enamorada del vecino de al lado-...

Todo excepto él, Dakota, el vecino de al lado, un anti-héroe por el que Tess se siente inexplicablemente atraída a pesar de ser el amor platónico de su hermana...

Y de ser once años mayor que él.

Tess lleva tiempo planeando su vuelta a su querido Londres, el trabajo en la editorial la mantiene exiliada en Boston y las vacaciones en Londres le permiten reencontrarse con los suyos. Lo quien no espera reencontrarse en con el vecino de al lado, al que ni siquiera recuerda, un tipo desconcertante y atractivo al que le saca once años y por el que la obsesiva de su hermana anda babeando todo el día. Tess empezará ignorando a Dakota, para finalmente seguirle el juego y establecer una guerra dialéctica que pronto desembocará en algo mucho más físico. Parece que es imposible que estos dos se despeguen cada vez que se ven, pero nada es fácil entre ellos, son totalmente opuestos, les separan miles de kilómetros, once años y una hermana histérica que no entiende el significado de "no me interesas" 

Primero que nada quiero darle las gracias a la autora por mandarme la novela, la he disfrutado mucho y me ha sorprendido otro tanto. Contra todo pronóstico el anti-héroe o chico malo de la historia , me va a tope (como diría él). Me encanta. Desde su primera aparición, allá por la página ocho y con su primera frase:

"Si tengo que sobornarte para que me toques, dímelo, ¿vale?"

Dakota es en mi opinión el mayor acierto de la novela, es divertido, directo, borde en ocasiones, irónico y siempre con una frase incendiaria en los labios. Es como un bombón relleno, el chocolate de fuera es duro y el de dentro es blandito y muy dulce y si además lleva un poquito de licor la mezcla es explosiva, igual que Dakota con su melena rubia, su cazadora de cuero y pinchos y su princesa (su moto) a la que le dedica horas y horas de puesta a punto.

Tess es lo opuesto a Dakota, la pobre a veces se queda en blanco sin entender una palabra de lo que éste dice, ella es tan correcta en su vocabulario que se pierde en el alfabeto cirílico que usa él. No se baja de sus tacones, es culta y elegante, siempre va impecablemente vestida, incluso para salir a correr.

En la otra parte están los personajes que peor me caen, empezando por Morticia (la hermana de Tess) alias Abby, y la tía metomentodo que no hace otra cosa que empujar a Abby (como si ella necesitase ayuda) a perseguir a Dakota.
Dakota es romántico en su estilo, sus palabras siempre encandilan aunque su lenguaje no sea muy cuidado. Además la historia cuenta con un narrador omnisciente que nos detalla en cada pensamiento de la pareja.

"-Joder... -dijo con desesperación, en susurros envueltos en besos cada vez más calientes-. ¿Y ahora... cómo hago para despegarme de ti, eh? Dime cómo..."

Dakota prácticamente se queda colgado de Tess la primera vez que la ve, lo de ella es más bien consecuencia del juego de seducción que organiza él a su alrededor. Primero la pincha, luego amigos y finalmente todo estalla.
Princesa es un libro que me ha gustado mucho, divertido, erótico... todo en las cantidades justas para que el coctel se vuelva adictivo.
Quiero destacar la dedicatoria que me ha parecido muy original y divertida:
"A mi madre, que la leería con emoción y orgullo...
(Saltándose las escenas ardientes, eso sí)
A mi padre, que (seguramente) no la leería, pero la recomendaría a todo el mundo, rebosante de orgullo"

Y como moraleja de la historia están los hipócritas que ven mal que Dakota y Tess se lleven once años sólo porque la mayor de la relación es la mujer, si la situación hubiese sido a la inversa, nadie se escandalizaría, todo sería normal y nadie se pronunciaría al respecto, además la situación se vuelve absurda cuando se convierte en un asunto familiar.
Princesa, me ha gustado mucho, los personajes no se parecen en nada a los prototipos de la novela romántica. Un soplo de aire fresco entre tanta pareja perfecta.