Hojas de dedalera, Victoria Álvarez

Desde niña Annabel Lovelace se ha visto obligada a vivir con su tío, guarda del Cementerio de Highgate, donde descubre su extraña habilidad para comunicarse con los muertos, quizás gracias a la enfermedad cardiaca que la obliga a vivir entre la vida y la muerte.

Años más tarde, una serie de misteriosas casualidades la convertirán en la médium más influyente del Imperio Británico. Sin embargo, su don la llevará a descubrir secretos que deberían haber permanecido ocultos y que pondrán en jaque a la aristocracia londinense

Hojas de Dedalera, es la apuesta de Versátil para el próximo mes, por lo que se trata de una galerada, de la que he tenido la inmensa suerte de disfrutar.
Vosotros tendréis que esperar un poquito.

Annabel es una niña de unos seis años, enferma del corazón, que vive con sus tíos en el cementerio de Highgate, mientras que su tía la adora su tío la desprecia porque su madre era una prostituta de Whitechapel, no siente el menor interés en su sobrina, hasta el punto que la niña no tiene ni una cama donde descansar y debe dormir en un ataúd, pero el interés codicioso y enfermizo de su tío se despierta cuando descubre que puede sacar dinero del don de Annabel que le permite comunicarse con los difuntos. 

A medida que la joven crece, su interés será por algo más que el dinero que puede sacar de ella.

La joven crecerá y conocerá a Víctor Rosenfield, el hombre de su vida, por el que sentirá inmediatamente fascinada, el problema es que Víctor y Annabel lo tienen muuuuuuuy difícil para estar juntos.

Hojas de Dedalera, toma su nombre del tónico que ingiere Annabel para que le alargue la vida, de esas plantas se extrae la digitalina. Servirá para mantenernos conscientes del delicado estado de salud de Annabel.

La novela se divide en tres partes, si bien la primera es la más pesada, las otras dos se leen del tirón y sin descanso.

Hojas de dedalera, es una novela larga en la que se superponen diversas historias en ambiente inmejorable, la autora plasma de tal manera el Londres victoriano, que parece que haya formado parte de él. Las descripciones son precisas, visuales... 

Pero el punto fuerte de la novela son sin ninguna duda sus personajes que culminan en la figura de Víctor Rosenfield. Es el personaje más maravilloso, perfecto y fantabuloso que he tenido el placer de conocer.

"-Víctor -le llamó Annabel transcurrido un minuto de completo silencio.
Él no pareció verla, aunque la estuviera mirando. Sus ojos se habían vaciado.
-Víctor, me has salvado la vida -siguió susurrando-. Nunca creí que pudieras...
-He salvado al mismo tiempo mi propia inmortalidad- corrigió Víctor, sin atreverse a levantar la voz. Parecía tener miedo que le escucharan-. Si te hubiera perdido, Annabel... si no te hubiera traído de vuelta a casa, con el doctor...
-no digas eso - murmuró Annabel-. No ha pasado nada. Estoy sana y salva.
-Yo me hubiera vuelto loco"

Annabel también es un personaje interesante, y me ha encantado ya desde niña. Es muy interesante ver cómo va evolucionando a medida que pasan las páginas y los años (argumentalmente hablando) pero ni siquiera Annabel ha conseguido desbancar a Víctor de mi corazón. Es caballeroso, dulce, tierno, inteligente, en definitiva, un amor.

Todos los personajes son interesantes y están perfectamente delimitados, hasta personajes tan odiosos como el tío de Annabel, resultan complejos y trabajados.

Nathan, que aunque también me ha gustado, no es Víctor...

Y como remate, ese final tan bonito, sorprendente y aissss romántico, para qué evitar la palabra.

Hojas de Dedalera, ha sido una novela que me ha sorprendido gratamente, con los ingredientes que más me gustan, amor, Londres histórico y el ambiente sobrenatural.

Una novela que recomiendo a todos aquellos que quieran conocer al hombre perfecto, aunque sea en papel.